Colgué por meses. Nunca o por lo menos casi nunca me había olvidado de la existencia de esto, pero pocas veces tuve buenas ideas, tiempo y ganas de escribir.
En mi escritorio tengo un calendario, cada vez que me siento a estudiar lo veo y voy tachando los días. Es increible pensar como es la fecha que es. ¿Qué esta pasando? ¿El tiempo va rápido o yo lo estoy dejando pasar?
No tengo la respuesta, ni quisiera tenerla. Reitero, es increible pensar la fecha que es, cuando ayer me preocupaban otras cosas, hoy están lejos, se quedaron en el tiempo y algunas ya no importan demasiado. Pasan los días, los meses, los años y por ahí esos detalles que antes recordaba a cada minuto hoy pueden alejarse y encerrar un período en una carpeta y archivarla, y cuando haya que abrirla solo recordar lo mas importante.
me pregunto si la memoria tiene límites o es infinita. No tengo la respuesta, ni quisiera tenerla.
No tengo un buen cierre para hoy, a lo mejor agarrar de nuevo esa lapicera y hacer una rayita al 12 de agosto y volver a pensar como pasa todo.
Pero prefiero no pensar la verdad, si uno está pendiente del tiempo no disfruta y después se pregunta que hizo mientras pensaba en el tiempo que pasó.
